Dios está usando la capacitación de Samaritan’s Purse para darles a los lactantes y a los niños pequeños un comienzo sano que influirá positivamente en su futuro.
Los primeros mil días de un niño pueden ser determinantes. La alimentación que recibe (o que no recibe) marca una enorme diferencia.
Si el cerebro queda retrasado en su desarrollo durante ese período, hay pocas esperanzas de revertir el daño. En Camboya, el programa BEST (Best Early Start Today) de Samaritan’s Purse brinda a las familias una base de formación en salud y nutrición que bendecirá a madres y bebés con comienzos que darán sus frutos durante los años siguientes.
Lamentablemente, las muertes durante el parto siguen siendo habituales en este país del Sureste asiático. Por eso, cuando Kanchana (24 años) tuvo a su hijo, Daniel, ella y su esposo, Mab, hicieron las cosas extra que sus padres habían hecho durante generaciones para intentar preservar la vida. Practicaron el calentamiento posparto, en el que la madre, luego de dar a luz, es colocada sobre una plataforma de madera con fogatas encendidas debajo de ella, que ayudan a revertir la pérdida de calor que ocurre durante el parto.
Kanchana también tomó los costosos medicamentos tradicionales jemer, que contienen toda clase de ingredientes (desde hierbas mezcladas en agua hasta partes de animales muertos, combinados con alcohol) con la esperanza de mejorar su sistema inmunológico. Los camboyanos creen que estos suplementos, combinados con diversos métodos de ayuno, ayudan a la salud de la madre en este momento decisivo.
Kanchana y Mab también querían mantener las creencias tradicionales camboyanas sobre los cuidados para Daniel durante su crecimiento. Rehuían de la lactancia materna y, en cambio, le daban preferencia a la leche de fórmula.
Descubrieron nuevas prácticas saludables
Pero Dios los llevó a encontrarse con un voluntario del programa BEST en su aldea, donde se les abrieron los ojos a los criterios sólidos sobre la salud maternofilial. Asistieron a una capacitación que trataba de la nutrición y también sobre el agua, el saneamiento y la higiene, en tanto que aprendían sobre el Evangelio de Jesucristo brindado por el personal de Samaritan’s Purse.
Después de estas clases, Kanchana y Mab decidieron alimentar a su hijo con leche materna, en lugar de seguir con los antiguos criterios tradicionales, con tan escaso fundamento científico.
“Fue difícil superar los estereotipos de nuestra comunidad, como el calentamiento posparto, la medicina jemer tradicional y el ayuno”, dijo Kanchana. “Sin embargo, me comprometí a practicar los hábitos adecuados para la crianza de los hijos, y darles una alimentación variada, fundamentada en lo que había aprendido”.
La joven madre se esmeró para poner en práctica estos principios durante los dos años siguientes, pero su calendario agrícola atareado interfirió con la alimentación de Daniel. Ella luchaba por darle una alimentación equilibrada. Pronto, la salud de su hijo comenzó a resentirse.
Alarmada por su resultado de -2.96 en la escala de desnutrición, rápidamente buscó consejos en el personal de Samaritan’s Purse y otros profesionales de la salud.

Después de que Kanchana implementó las prácticas saludables que le había enseñado Samaritan’s Purse, Daniel volvió a tener una salud plena.
Con la información que le impartieron y el cuidado dedicado que ella le dio, Daniel recuperó gradualmente la salud en los meses siguientes.
Ahora, Kanchana ha renovado su compromiso para dar los mejores cuidados a su hijo, y disfruta de poder compartir las enseñanzas aprendidas con otras personas de su comunidad. Tiene la esperanza de que Samaritan’s Purse extienda su programación de salud maternofilial a más aldeas, para que se siga fomentando mejor prácticas para la crianza infantil en Camboya.
Por favor, ora para que el personal de Samaritan’s Purse siga enseñando y dando capacitaciones en prácticas saludables para el desarrollo infantil en Camboya, y para que los padres de los bebés acepten la nueva vida que solo se puede vivir en Jesucristo.
