Este Día de los Veteranos honramos a los veteranos y celebramos la obra de Dios para transformar las vidas de las parejas de veteranos a través de Operation Heal Our Patriots, nuestro ministerio para familias militares.
En 2014, el sargento del ejército Petey Beam y su esposa Kyra llegaron a Samaritan Lodge Alaska para participar de Operation Heal Our Patriots con su matrimonio en ruinas. La semana comenzó con problemas durante la clase de kayak.
“Éramos la única pareja en el Kayak gritándose”, dijo Kyra. “Nuestro matrimonio era terrible”.
Y aunque Dios trabajó en sus vidas esa semana, y les enseñó cómo se veía un matrimonio santo y lo principios de una buena comunicación, Petey estaba a la defensiva. No hubo un cambio instantáneo. Faltarían aún años.
La transformación es un viaje
Los Beams fueron a Operation Heal Our Patriots porque no sabían cómo arreglar su matrimonio. Su relación sufrió mientras Petey estaba en al ejército y solo empeoró cuando dejó de estarlo.
“Cuando salí del ejército me sentí inútil porque lo único que sabía era ser soldado”, dijo. “Kira dijo que regresé de la guerra como otra persona. Pensé que estaba bien, pero no me di cuenta de que solo empeoraba”.
Petey sirvió como un ingeniero en combate y estuvo en varias explosiones. Regresó a casa con mucho dolor, trauma craneal y estrés post-traumático. La depresión y los pensamientos suicidas lo atormentaban.
En medio de esos años oscuros en la familia, su tiempo en Alaska les empezó a dar destellos de esperanza. “Sin Alaska, no seguiría casado”, dijo Petey.
Los Beams experimentaron varias cosas buenas. Aprendieron a comunicarse mejor y resolver conflictos. Por primera vez, Petey compartió con Kyra algunos de los horrores que experimentó en el extranjero.
“Fue la primera vez que se pudo abrir sobre el asunto”, dijo Kyra. “También fue la primera vez que mostró el deseo de permanecer casado y superar la guerra”.
Sin embargo, a pesar de esos avances, Alaska fue el principio de un viaje largo hacia su mayor necesidad: Petey debía experimentar nueva vida en Jesucristo y su matrimonio debía construirse en un fundamento bíblico. Incluso después de Alaska, siguieron sus luchas.
Fe que salva
Kyra había sido cristiana por muchos años. Pero Petey dijo que no entendía porque necesitaba que Dios “salvara su alma”. Iba a la iglesia y ofrendaba, pero no había experimentado una relación personal con Jesucristo.
Petey siguió oyendo del Evangelio y lo animaba la reunión anual de Operation Heal Our Patriots que está disponible a todos los exparticipantes. La reunió es una de las muchas oportunidades en el año para conectar con otros y crecer en la fe por medio del ministerio de cuidado familiar. Petey y Kyra asistieron el primer año y han seguido por diez años más.
“Cada noche regresábamos al cuarto y hablábamos sobre lo que aprendíamos”, dijo Kyra.
Requirieron más años en que Dios quitará la capa dura de Petey, una que mantenía a las personas y a Dios lejos. De modo sorprendente, Petey regresaba con Kyra a las reuniones de participantes.
Luego todo cambió. Durante una reunión en 2022, en un cuarto pequeño del hotel Renaissance en Orlando, Florida, Dios lo sorprendió mediante las palabras del capellán. “El capellán comenzó a hablar de entregarse por completo. Dijo: ‘No puedes dar solo lo que quieres dar. Debes darlo todo’. Sabía que quería darle todo a Dios, pero no sabía cómo”.
Esa noche, se arrepintió de sus pecados y oró para recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador. “Escuchó a Dios decir: “Sabes cómo es esto. En la guerra lo diste todo. Ahora quiere que te entregues a mí”.
Petey supo que su vida no sería nunca igual.
“Tengo esta extraña paz que nunca sentí. Una paz que ni un frasco de pastillas me daría”.
El regalo de servir a otros
La reunión anual es parte del ministerio de cuidado familiar de Operation Heal Our Patriots. Es un apoyo de todo el año para apoyar parejas militares y sus familias a través de esfuerzos como contacto continuo y los capellanes regionales que ofrecen eventos para matrimonios.
El cuidado familiar también es parte de Team Patriot, una iniciativa de Samaritan’s Purse que da la oportunidad. a los participantes de Operation Heal Our Patriots para ser voluntarios en el nombre de Jesús en las comunidades que sufren por desastres naturales.
Petey se interesó, pero no estaba seguro de unirse por sus heridas. “Por años, tenía las excusas más imaginables. ¿Qué podía hacer? Ni siquiera sé pintar”, dijo.
Pero aprendió que podía servir a otros, así que unos meses después de dar su vida a Cristo se dirigió a Lake Charles, Luisiana para ayudar a reconstruir hogares destruidos por los huracanas Laura y Delta.
Nuestro personal y otros voluntarios de Team Patriot le enseñaron lo básico y desde entonces participa en varios despliegues para ayudar en los lugares de desastres.
Los Beam han vendido su granja y ganado para tener más tiempo y recursos disponibles para invertir en el ministerio. “Queremos ir a viajes misioneros, y no podíamos hacerlo con 30 acres de tierra”, dijo Petey. “Ya no tengo más excusas”.
Petey también empezó a guiar el tiempo de oración en casa y a enseñar a un grupo de adolescentes en la iglesia.
Krya está asombrada y agradecida por la transformación que ha visto en su esposo desde que creyó en Cristo. “Las cosas eran muy diferentes. Tenía que explicar a mi hijo porqué su papá se enojaba y hacía cosas malas”, dijo. “Ahora ha cambiado completamente. Maneras que no podía imaginar”.
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 Corintios 5:17).