Las parejas militares experimentan el perdón mutuo, sanan sus relaciones y renuevan su esperanza en su andar juntos con Jesucristo.
Su trabajo era despejar el camino de estas amenazas en el desierto y proveer una travesía segura para suministros y soldados. Y Chad ansiaba la oportunidad. Disfrutó a su equipo y la responsabilidad de mantener soldados a salvo.
“Le emocionaba mucho”, recuerda su esposa Emily que le contó cuando recibió su tarea como guía. “Yo le dije que no estaba segura si eran buenas noticias”.
En aquel entonces, era difícil la comunicación desde la línea de fuego a casa, no como es ahora, dijo Emily. Las conexiones no eran buenas. Además, sufría de ansiedad en esos días de silencio durante una misión.
Dichas misiones rara vez se van de la memoria cuando los soldados regresan a casa y, ahora, 15 años más tarde y con tres hijos, a veces el silencio regresa.
Por esa razón, Chad y Emily aplicaron para el programa Operation Heal Our Patriots en Samaritan Lodge Alaska este año. Necesitaban tiempo fuera del caos diario con niños para abrir los canales de comunicación en su matrimonio.
Tiempo juntos para sanar
La pareja se sorprendió ante la belleza de la naturaleza en Alaska. Chad agradeció el despertar temprano y la estructura de las comidas y el devocional. Y Emily disfrutó pescar con Chad un par de veces en las aguas del lago Clark.
“Me gustó toda la diversión y el gozo que mi esposa encontró en la pesca”, dijo Chad. “Pensé que no se interesaría, pero le encantó estar ahí. Fue asombroso”.
“Y atrapé más peces que tú”, interrumpió Emily. Chad cedió: “Así fue”.
La pesca rompió las barreras entre ellos y Dios siguió trabajando en sus corazones durante las clases de enriquecimiento bíblico para matrimonios. En esas sesiones, aprendieron más sobre las diferencias en sus personalidades. Aprendieron el diseño de Dios para sus vidas, su matrimonio y su familia. Y aprendieron cómo tener conversaciones honestas y no amenazantes sobre temas complicados, al usar las herramientas que les enseñaron los capellanes.
“Las excursiones y esas cosas fueron geniales, pero las clases me empujaron a verme a mí misma, y no tanto a Chad, sino a trabajar con el perdón”, dijo Emily. “Todavía me duele, y me acuerdo, pero puedo perdonar y pedir a Dios que me perdone. Y para mí, eso trae esperanza”.
Experimentar nueva vida en Jesucristo
A final de cuentas, Dios usó las clases, las excursiones, las comidas y las conversaciones con otros para acercar a la pareja a Él.
La primera noche del campamento, Chad oró y recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador. Emily le re-dedicó su vida.
“Esta semana me ha dado dirección. Me gustó estar rodeado de personas de fe y capellanes del ejército que comprenden lo que he vivido”, dijo Chad. “Fue como tener un manual”.
Chad también se unió a otros cuatro en las aguas frías del lago Clark el viernes temprano de nuestra primera semana de Operation Heal Our Patriots 2024. La pareja quiere aplicar lo que han aprendido de vuelta en Minnesota, con Cristo ahora en el centro de su matrimonio.
“Me gustó ver que ponía en práctica las herramientas que llevaremos a casa”, dijo Emily sobre Chad. “Una semana es genial, pero importa más lo que sigue. Así que, para mí fue muy especial verlo tan participativo”.
Alabamos a Dios por las diez parejas que se unieron a nosotros en esta semana. Agradecemos por el trabajo que Dios está haciendo en sus vidas y matrimonios y por las cinco personas que tomaron una decisión de seguir a Cristo, los cinco que se bautizaron en el lago Clark y las siete parejas que volvieron a dedicar sus matrimonios a Dios.
Por favor, ore por las más de 180 parejas que vendrán a Alaska este verano para este retiro para parejas basado en la Biblia.