Samaritan’s Purse educa parteras locales en las zonas rurales de Vietnam sobre cómo cuidar a madres jóvenes.
Las mujeres embarazadas en las montañas remotas de Vietnam enfrentan muchos desafíos cuando dan a luz y luego cuidan de sus recién nacidos. Las clínicas por lo general están lejos y muchas mujeres no suelen buscar atención durante o después de su embarazo. Muchas eligen dar a luz en casa, una práctica peligrosa, sobre todo si no han consultado antes a un especialista. Los servicios de maternidad son limitados y la falta de educación médica pude complicar los nacimientos, lo que eleva la mortalidad de madres y niños.
En medio de este rincón al noroeste de Vietnam, Samaritan’s Purse educa a las parteras para llegar a mujeres embarazadas y aisladas para ayudarlas con recursos e información sobre prácticas sanitarias y seguras. Además, cada partera aprende el valor del amor y la integridad en su servicio a madres y niños.
Lan, una partera con más de 28 años de experiencia clínica, enseñó recientemente a un grupo de 35 parteras locales en un evento organizado por Samaritan’s Purse. Recordó que ha visto a madres morir en sus casas por condiciones insalubres. “Esto me recuerda porqué necesito dedicarme a este trabajo”, expreso.
“Si tan solo puedo ayudar a una mujer en un embarazo complicado, al compartir mi conocimiento y experiencia, vale la pena porque puedo tener un rol activo en salvar vidas durante el parto”, dijo Lan.
En su capacitación, Lan anima a las parteras a comunicarse en su lengua materna para que las futuras madres se sientan libres de expresar sus emociones y necesidades. Esta región en Vietnam es étnicamente muy diversa, así que se hablan diferentes idiomas.
Durante la semana de capacitación, Giang, la más joven, se convirtió en una partera apasionada y preparada para servir a su comunidad.
“A través de mi capacitación con Samaritan’s Purse, puedo pararme frente a una clase y compartir lo que he aprendido”, dijo Giang. “Solía ser tímida… pero ahora me emociona compartir lo que sé”.
Una madre vino al evento para expresar su gratitud a las parteras de la comunidad.
“Tener a una partera en mi aldea me da paz”, dijo Ha, una joven madre en un distrito remoto de las montañas. “Cada vez que me hija se enferma, llamo a la partera por consejos para cuidarla”.
Las docenas de mujeres que asisten a nuestras capacitaciones regresan mejor capacitadas para servir a sus comunidades y proveer a madres vulnerables. Por medio de lecciones prácticas y palabras de ánimo, ellas ahora pueden salvar vidas y futuras generaciones, mientras comparten bondad y verdad.
Por favor sigue orando por Samaritan’s Purse en muchas áreas de Vietnam.